Cuando hablamos de escenas en domótica nos referimos a predefinir un estado determinado de los distintos sistemas de nuestra vivienda (iluminación, climatización, persianas, audio, riego, etc…) con una sola orden que hemos programado previamente. Las escenas se pueden activar bien por orden del usuario, a través de pulsadores o desde app del móvil, o bien por estar programadas para una hora determinada.
Algunos ejemplos de escenas podrían ser:
Buenos días: Las persianas se van subiendo poco a poco, la iluminación se activa en los puntos seleccionados, el sistema de audio activa la radio para escuchar las noticias.
Buenas noches: Con esta escena al irnos a la cama, la vivienda quedaría totalmente apagada.
Atardece: Al dar una hora determinada (o nivel de luminosidad), las persianas se bajan, se encienden ciertos circuitos de iluminación y el riego se activa a la hora deseada.
Salgo de casa en el día: Al salir de casa, con una sola orden, toda la vivienda quedaría apagada y los sensores de presencia/movimiento si detectan algo, avisarían al móvil del usuario.
Salgo de casa más de un día: En este caso, dependiendo del deseo del cliente, podemos implementar una simulación de presencia o dejarlo todo apagado.
Estos son algunos pocos ejemplos de lo que se puede hacer, el alcance de las escenas depende de las necesidades del cliente y de los sistemas controlados en la vivienda.
Nosotros solemos recomendar entorno a 5 escenas programadas, dividiendo entre escenas de uso diario y escenas de uso poco frecuente. Realmente se pueden preconfigurar muchisimas mas escenas, pero el motivo de proponer esta limitación es el de facilitar al usuario la gestión de la instalación domótica…seguramente para cada proyecto podríamos definir muchas más escenas, pero ¿realmente nos acordaremos de todas?, ¿las usaremos?… lo cierto es que en el día a día queda demostrado que no se usan más que unas pocas necesarias.